domingo, 25 de enero de 2009

EMIL KOSTADINOV.



EMIL KOSTADINOV

L'enfant terrible
Escrito por Borja Pardo


Emil Kostadinov (Sofía, 12 de agosto de 1967) tal vez no sea el mejor jugador búlgaro de la historia, y seguramente no se le puede catalogar de crack mundial, pero Emil Kostadinov tiene una historia que merece ser contada.

El amigo Emil pasará a la historia del fútbol por ser el responsable de cargarse las jerarquías del fútbol al dejar en la cuneta a una superpotencia futbolística llamada Francia. Corría el 17 de noviembre de 1993, pero antes....conozcamos un poco a Emil.

Kostadinov inició su carrera en el histórico CSKA Sofía donde a finales de los años 80 formó un destacado tridente con Hristo Stoichkov y Lubo Penev. Debuta con 18 años en 1985 y durante 5 temporadas con el CSKA ganó tres ligas búlgaras y tres copas, además de llegar a las semifinales de la Recopa 88-89 donde en semifinales el equipo búlgaro es apeado por el Barcelona que a la postre le ganaría la final a la Sampdoria por 2-0.

En 1990 aquel mítico tridente del CSKA se disuelve dado que Lubo Penev firma por el Valencia C.F., Hristo Stoichkov firma por el FC Barcelona y nuestro protagonista se va a Portugal para jugar en las filas del Porto, donde jugó durante 4 temporadas, logrando dos ligas portuguesas y ganandose el cariño de la afición.

En 1993 es nombrado mejor jugador búlgaro superando a Stoichkov, Balakov, Letchkov y Penev.

En 1994 alcanza con el Porto las semifinales del mayor torneo europeo, la Champions League, siendo eliminado nuevamente por el FC Barcelona quien ganó a los lusos por 3-0 en el Camp Nou (se jugó la semis a partido único).

Al año siguiente, después del éxito mundialista aterriza en La Coruña donde fracasó con la camiseta del Depor y decide probar fortuna en el Bayern de Munich donde por fin gana una copa europea, en este caso la UEFA de 1996, gracias a la victoria del equipo bávaro sobre un sorprendente Girondins de Burdeos de Lizarazu, Dugarry y un tal Zidane que en cuartos de final del torneo había dado un repaso al Milan AC.

A nivel de club sus cifras goleadores son más que respetables, dado que Emil anotó 107 goles en 322 partidos disputados entre CSKA Sofía, Porto, Deportivo de la Coruña, Bayern Munich, Fenerbahce, Tigres (México) y Mainz 05.

Con todos estos clubes anotó al menos un gol aunque en el caso del Depor o del Mainz no llegó a disputar ni diez partidos dado que su paso fue totalmente testimonial.

Kostadinov jugó con Bulgaria durante diez años (desde 1988 hasta 1998), disputando 70 partidos y anotando 26 goles.

Participó en el mundial de USA 94 (jugando todos los partidos) donde Bulgaria maravilló al mundo llegando a semifinales (donde la Italia de Roberto Baggio les enseñó que todo sueño tiene un final).
Participó también en la Euro 96 de Inglaterra y en el Mundial de Francia 98, donde Bulgaria (con su generación estrella en declive) no superó la fase de grupos al igual que España, siendo eliminadas por Paraguay y Nigeria.

Seguramente su mejor momento futbolístico lo vivió en el Parque de los Príncipes, áquel 17 de noviembre de 1993, donde se presentó Bulgaria dispuesta a ganarle el billete para el Mundial a la todopoderosa Francia de Papin, Ginola y Cantona.

Parecía una quimera que un país como Bulgaria dejara a Francia sin acudir al Mundial, pero entonces apareció él, Emil Kostadinov....L’enfant terrible.
A día de hoy, en Francia aún se estremecen al escuchar su nombre.


RADIOGRAFÍA DE UN PARTIDO HISTÓRICO
17 de noviembre de 1993, Parque de los Príncipes, París
En un Parque de los Príncipes abarrotado (48.402 espectadores), los Tricolores intentan clasificarse para la Copa Mundial de la FIFA por primera vez desde 1986. Pero los búlgaros no habían venido a hacer turismo en aquella fría noche de miércoles en la capital francesa.


El contexto
Dos meses antes de este choque, Francia se hallaba en una situación ideal para acceder a la Copa Mundial USA 1994: los hombres de Gérard Houllier eran líderes del Grupo 6, con 13 puntos, y tenían que disputar las dos últimas jornadas en casa. Un punto les bastaba para conseguir la clasificación.

Bulgaria, por el contrario, ocupaba la tercera plaza, a dos puntos de Suecia y tres de los Bleus, y sabía que no podía permitirse ni un solo fallo. Así pues, el 13 de octubre, los discípulos de Dimitar Penev arrollaron a Austria (4-1).
Al mismo tiempo, Francia recibía a Israel con confianza, tras el 0-4 cosechado en el primer encuentro. El marcador señalaba un 2-1 a diez minutos del pitido final, pero los locales se vinieron abajo y recibieron dos goles, obra de Eyal Berkovic (83') y Reuven Atar (2-3, 90'+3). Esto convertía a la cita del 17 de noviembre frente a los búlgaros en una auténtica final...

Francia 1-2 Bulgaria
Goles: Cantona (32') -Francia-; Kostadinov (37' y 90') -Bulgaria-.
Francia: Lama, Desailly, Roche, Blanc, Petit, Le Guen, Deschamps, Sauzée (Guérin, 81'), Pedros, Papin (Ginola, 69'), Cantona.
Entr.: Houllier

Bulgaria: Mikhailov, Kremenliev, Ivanov, Khubtchev, Tzvetanov (Aleksandrov, 82'), Yankov, Letchkov (Borimirov, 82'), Balakov, Kostadinov, L. Penev, Stoitchkov.
Entr.: D. Penev

Crónica del partido
Las condiciones climáticas son ideales, y numerosas familias acuden al Parque de los Príncipes para animar a los Bleus. A pesar del tropiezo sufrido frente a Israel, la clasificación está fuera de toda duda. En la megafonía del estadio vuelve a sonar "L'Amérique", de Joe Dassin -que ya se había oído en octubre-, pero el optimismo es general.
En frente, los búlgaros, que aterrizan en París dispuestos a dar un golpe de mando. Se saben capaces de dar una sorpresa, cuentan con el talento necesario para ello. De todos modos, Francia empieza el duelo asumiendo su condición de favorita, y domina durante los primeros minutos. Sin embargo, aunque los hombres de Houllier tenían el monopolio del balón, seguía percibiéndose la amenaza. Un gol les vendría muy bien.
Didier Deschamps recibe un pase en la parte derecha del mediocampo. Envía al área y encuentra a Jean-Pierre Papin, quien efectúa una dejada de cabeza hacia su derecha, con la que conecta Eric Cantona en plena carrera. Los búlgaros se ven sorprendidos por la velocidad de esta triangulación de pizarra, y Borislav Mikhailov nada puede hacer ante el disparo de Eric (1-0, 32').

De manera extraña, los franceses muestran entonces un nerviosismo inquietante. Saque de esquina de Krasimir Balakov. Emil Kostadinov salta más que nadie para rematar de cabeza, batiendo a Bernard Lama. Cinco minutos después del tanto de Cantona, Francia juega a asustarse (1-1, 37').

Ese miedo ya no abandonaría el campo. La atmósfera es irrespirable. El equipo francés se nota paralizado. En el minuto 69, Papin incluso cede su puesto a David Ginola, debido a unos calambres de extraña violencia a este nivel y en este momento de un partido. Pero los Bleus continúan clasificados. Faltan veinte segundos del tiempo reglamentado cuando Ginola obtiene un lanzamiento de falta en el flanco derecho, cerca del banderín de córner búlgaro.

Vincent Guérin le entrega la pelota. Se prevé que ambos la protejan cerca de la línea de fondo y dejen pasar el tiempo. Pero el extremo parisino intenta un centro al área que no encuentra a nadie. Bulgaria inicia el contragolpe, los defensas franceses están apáticos. Lyuboslav Penev pasa a Kostadinov, quien se introduce en el área. El esférico rebota, parece difícil de controlar. No obstante, la semivolea del búlgaro acaba colándose justo por debajo del larguero de Lama. El cronómetro marca 44'58''...

La figura
Kostadinov se convirtió en uno de los ídolos del fútbol búlgaro, en gran parte merced a este encuentro. Al anotar los dos goles de una victoria casi inesperada, el ariete fue el principal artífice de este excepcional desempeño. Actuó como extremo derecho en apoyo de Penev, al igual que Stoitchkov por la izquierda, en el 3-4-3 de Dimitar Penev, causando problemas a la retaguardia francesa durante los noventa minutos. Su rival no pareció capaz de controlarlo en ninguna fase del juego. Sin duda alguna, uno de los partidos más logrados de su carrera.

Se dijo...
"Todo quedó en agua de borrajas. A unos treinta segundos del final, el objetivo estaba alcanzado... Recibimos un auténtico mazazo, y en el peor momento. Cuando Ginola tuvo esa falta cerca del banderín, el árbitro tenía el silbato en la boca, y envió un balón de casi 60 metros en lugar de conservarlo. Como consecuencia, ofreció un contraataque a los búlgaros". Gérard Houllier, seleccionador francés.

"Somos unos burros...". Didier Deschamps, centrocampista francés.

"Y pensar que un mes antes nos veíamos eliminados... Los franceses tenían tanto miedo que jugaron atenazados. Sabíamos que iban a comportarse así. Nuestra táctica se basaba en ese parámetro. Jugaron a empatar, no buscaron nunca la victoria. No merecían clasificarse. Los machacamos cuando más daño les hacía". Hristo Stoitchkov, delantero búlgaro.

¿Qué sucedió luego?
Bulgaria viajó a EE.UU. 1994, que sería el Mundial más hermoso de su historia. Sin que nadie contase con ellos, Stoitchkov y compañía sorprendieron primero a Argentina en la primera fase (2-0), clasificándose -de nuevo en el último partido- para octavos de final. Frente a México les pudo el cansancio, aunque tuvieron suerte (1-1, 3-1 TAB), y contra Alemania practicaron un fútbol vistoso (2-1), para acabar cayendo en semifinales ante Italia (2-1). Terminaron el certamen en la cuarta posición, tras recibir un inapelable 4-0 de manos de Suecia en el partido por el tercer puesto. El fútbol búlgaro no volvería a tener una generación así.

En la selección francesa, Houllier fue sustituido por Aimé Jacquet, su ayudante, unos días después de aquella decepción. Francia empezó el mejor ciclo de su historia. Tras una Eurocopa 1996 en la que fue eliminada en la semifinal (a los penales, por la República Checa), los Bleus conquistarían la Copa Mundial de 1998 y la Eurocopa 2000. Con todo, esa debacle sigue siendo una herida abierta
en el corazón de todos los hinchas franceses.




Aquí teneis el video de un partido histórico que significo el cielo de Bulgaria y el infierno de Francia.






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