miércoles, 11 de febrero de 2009

EL ESTRELLA ROJA DE BELGRADO






LA HISTORIA DEL ESTRELLA ROJA CAMPEÓN DE EUROPA.


Artículo extraído de http://www.futbolwins.com/forum/index.php?topic=692.0 escrito con gran maestría por Sergio Vilariño.



Capítulo 1. Forjando un equipo de leyenda. Europa conoce al Red Star.
Esta semana, en una de las revistas que andan perdidas por mi cubil (no hay otro modo de denominar a mi habitación…), me encontré un póster del Estrella Roja. Los recuerdos y datos no tardaron en aflorar trayendo a mi memoria el camino de un campeón sorpresivo: el Estrella Roja de Belgrado, campeón de Europa en 1991.

El club del ejército yugoslavo ya había dado avisos antes de ese glorioso año: en la temporada 1988/89, el Milan de Gullit, Rijkaard y Van Basten no había podido ganarles y los terminó eliminando en los penaltys, en un partido que se había suspendido por niebla, ante 95.000 personas en el Pequeño Marakaná de Belgrado. En aquél equipo ya despuntaban Dragan Pixie Stojkovic y Dejan Il Genio Savicevic.

El equipo que llegaría a lo que ningún otro equipo yugoslavo jamás llegó fue armado poco a poco por el presidente (y ex estrella del club, gran jugador de los 60 y 70) Dragan Dzajic y el manager Vladimir Cvetkovic. Por ejemplo, Darko Pancev y Dejan Savicevic fueron robados a su eterno rival, el Partizan.

Savicevic también tenía contrato con el Hadjuk Split desde el Buducnost de Podgorica. El Dínamo Zagreb había dejado de lado al hijo de alemanes Robert Prosinecki. Stevan Stojanovic, Slobodan Marovic, Vlada Stosic y Vladimir Jugovic venían de las categorías inferiores. También fue traído el experimentado líbero rumano Miodrag Belodedici, ya campeón de Europa sorpresivamente con el Steaua de Bucarest en 1986.

Dragisa Binic volvió del Levante. Del campeón yugoslavo, la Vojvodina, vinieron un chaval que le pegaba más o menos a la pelota, el temperamental Sinisa Mihajlovic, y el técnico Ljupko Petrovic. A pesar de haber perdido a su máxima estrella y capitán, Stojkovic, que partió al Olympique de Marsella, se puso en marcha la “Misión Conquistar Europa”. Pancev, Savicevic y Prosinecki habían jugado el mundial Italia 90 dejando una muy buena imagen.Ese año, volvieron tras la sanción por el desastre de Heysel en la final entre Juventus y Liverpool los equipos ingleses, tras seis años de sanción.

El primer escollo europeo fue el modesto Grasshoppers de Suiza en el Marakaná. El partido terminó 1-1 y hubo muchas críticas al equipo rojiblanco. En la revancha en el Hardturm Stadium, el equipo jugó uno de los mejores partidos del año y venció como visitante 4-1.

En Octavos de Final, se enfrentaban al siempre difícil Glasgow Rangers, que contaba con el inglés Chris Woods en la meta, un buen puñado de internacionales escoceses como Malpas, Gough y McCall, y una mortal delantera formada por Maurice Johnstone y Alistair McCoist, que lo habían llevado a ser el campeón de Escocia. El 3-0 como local dejó casi todo definido. El 1-1 de la revancha en Glasgow es recordado por un fantástico gol de Darko Pancev de tijera, después de pararla de pecho tras un centro de Prosinecki.

Ya en cuartos de final, el Red Star tuvo que enfrentar al sorprendente Dínamo Dresden de Alemania del Este, y, otra vez con el estadio lleno (90000 almas), ganó 3-0 con goles de Prosinecki de tiro libre (se consolidaba como el mejor jugador joven de Europa), Binic y Savicevic (golazo, regateando a 3 jugadores).

En la revancha, los rojiblancos perdían 1-0, lo dieron vuelta 2-1 y a falta de 10 minutos, el árbitro tuvo que detener el partido por disturbios en las tribunas, con lo que la UEFA le dio ganado el partido al Estrella Roja 3-0.En semifinales, el equipo de la capital yugoslava se enfrenta al primer rival de fuste del torneo: el Bayern Munich. Otros grandes animadores de Europa habían caído: el Napoli contra el Spartak de Moscú por penaltis, el Madrid también contra el Spartak, el Porto ante el propio Bayern…en semis quedaban entonces, el Olympique de Marsella (que venció al Milan en los despachos, ya que los rossoneri no quisieron presentarse a reanudar el partido tras un apagón-, el Estrella Roja, el Bayern y el Spartak.



Capítulo 2. Haciendo historia. Desde Belgrado hasta Bari.
El primer partido fue en el Olímpico de Munich. En el Bayern jugaban jugadores contrastados como Olaf Thon, Stefan Effemberg, Klaus Augenthaler o Jürgen Kohler, todos mundialistas. En dos contras fulminantes, el Crvena Zvezda da la vuelta al inicial gol muniqués. Dos goles como visitante, en uno de los triunfos más importantes en la historia del club. Primero la Kobra Pancev a centro de Bilic en una salida rapidísima, y en otra contra mortal el joven Savicevic supera en velocidad a Kohler y fusila a Raimond Aumann con un zurdazo cruzado y bajo después de correr 30 metros. La revancha, 15 días más tarde, sería emotiva y cambiante.
El equipo yugoslavo se puso 1-0 con un golazo de Sinisa Mihajlovic en lo que siempre fue su especialidad, un tiro libre, desde 25 metros. Pero el Bayern era el Bayern, y se puso 2-1 en un instante.

A falta de dos minutos, cuando los penaltis estaban cerca de llegar, los locales, empujados por un ambiente fenomenal (casi 100 mil personas con banderas y bengalas, gritando todo el partido), fueron al frente por enésima vez, y un centro rasante de Mihajlovic otra vez, fue mal rechazado por el líbero Klaus Augenthaler, salió alto y para atrás, y superó el mal posicionamiento del portero Aumann al que se le coló por arriba, posibilitaron que el Estrella Roja jugara su primera final (y única) de la Copa de Europa. El Red Star ya había jugado una fina de UEFA a finales de los 70, perdiendo contra el Borussia Monchengladbach.La final se disputaría en el San Nicola de Bari, el estadio más bello del Mundial 90. El rival: el Olympique de Marsella de Dragan Stojkovic, justamente, uno de los ídolos de la afición rojiblanca, hoy presidente el club, que había ido a reemplazar a Enzo Francescoli al club francés. El equipo dirigido por Raymond Goethals había llegado a las semis el año anterior perdiendo ante el Benfica con un gol de Vata con la mano. Y ganaría la Copa en 1993 venciendo al Milan. En suma, el Estrella Roja enfrentaría a un equipo que era animador frecuente en Europa, con jugadores como Chris Waddle, Jean Pierre Papin, Manuel Amorós, el brasileño Mozer, Basile Boli y el propio Pixie Stojkovic.Los rojiblancos llegaron a Bari una semana antes, para aislarse de la locura que invadía a los hinchas en el país.

Por primera vez en la temporada, el técnico Petrovic decidió jugar un poco más cerrado atrás y darle la pelota al rival. “Nadie esperaría eso de nosotros”, diría Stojanovic, el portero y capitán. “Pero esto es dará una vez en la vida, y prefiero jugar atrás y ganar a atacar abiertamente y perder. Siempre salimos a convertir más goles que el rival, pero esta vez, sorprenderemos”.

Stevan Stojanovic; Miodrag Belodedici; Illia Najdoski, Refik Sabanadzovic, Slobodan Marovic; Vladimir Jugovic, Sinisa Mihajlovic, Robert Prosineki, Dragisa Binic; Dejan Savicevic, Darko Pancev fue el equipo que sacó Ljupko Petrovic.

Así, aguantando el partido a pesar de nunca haberlo hecho en la temporada, se llegó a la prórroga, donde Papin marcó un gol de cabeza que fue anulado. 0-0. Penaltis.
Prosinecki convierte el suyo, burlando a Olmetá.

Stojanovic, “Dika”, le ataja su penalty al internacional francés Manuel Amorós, como había predicho su técnico. “Ganaremos porque Dika parará un penalty, así vamos a ser campeones de Europa” le respondió a Binic cuando éste le protestó el no salir a buscar el partido.

Después, Binic, Casoní, Belodedici, Papin, Sinisa, y Mozer convirtieron sus respectivos tiros.

En el último penalty de la serie para el Crvena Zvezda, el macedonio Darko Pancev le da el título máximo en Europa al Estrella Roja de Belgrado, primer título para un equipo yugoslavo, segundo para un equipo del Este. Un equipo aguerrido, compacto y con un potente contragolpe para jugar de visitante, y apoyado por una multitud en el Marakaná de Belgrado cada vez que tuvo que ir a buscar como local.


Capítulo 3. La conquista del mundo: Tokio. La guerra y la diáspora.
Después de ganar la Copa Europea comienza la Guerra de la Ex -Yugoslavia, y ningún equipo extranjero puede jugar en el país, por lo que la Supercopa Europea que el equipo debía jugar contra el Manchester United (Campeón de la Recopa ), que en esa época era a dos partidos, no pudo completarse. Ya sin su técnico Ljupko Petrovic, su portero Stojanovic, Prosineki, Marovic y Sabanadzovic, sólo se pudo jugar el primero en Old Trafford, dónde el United ganó 1-0 a pesar de hacer un buen partido el equipo yugoslavo.Con la llegada para la temporada 91/92 del nuevo entrenador Vladica Popovic, y Goran Vasilijevic, Tangja, Ivic, Lekovic, Jovanovic, el equipo viaja a Tokio para enfrentarse al Campeón de la Copa Libertadores, el Colo Colo chileno, el único equipo de su país en ser campeón continental, como nuestro protagonista yugoslavo..El 8 de diciembre de 1991, jugaban los campeones de los dos continentes.

El Estrella Roja formó con: Milojevic; Belodedici; Radinovic, Najdoski, Vasilijevic; Mihajlovic, Stosic, Jugovic, Ratkovic; Savicevic, Pancev.

Colo Colo salió al campo con: Morón; Garrido; Margas, Salvatierra; Ramírez, Vilchez, Mendoza; Barticciotto, Pizarro; Yánez, Martínez.

El técnico era conocido en Yugoslavia, el croata creador de la generación dorada, Mirko Jozic.
A pesar de perder un hombre (Savicevic, expulsado) en el primer tiempo, con un gran partido de Vladimir Jugovic, el Red Star vapuleó al Campeón de América por 3-0 con dos goles de Jugovic y uno de Darko Pancev (que fue Bota de oro europea la temporada 91/92).

Así el Estrella Roja de Belgrado cerraba su fantástico año 91, llevando a lo más alto al fútbol yugoslavo.

¿Por qué un equipo bisoño en comparación a los grandes de Europa que dominaron el continente en los 80 y 90 (Liverpool, Juventus, Milan, Barcelona) llegó tan lejos?

Mi explicación es la siguiente: sucede que una camada de grandísimos jugadores invadió a los Balcanes a mediados de los ochenta: Dejan Savicevic, Robert Prosineki, Dragan Stojkovic, Sinisa Mihajlovic, Zvonimir Boban, Robert Jarni, Pedrag Spasic, Alen Boksic, Vladimir Jugovic, Dragoljub Brnovic, Pedrag Mijatovic, Davor Suker, Darko Pancev, un jovencísimo Zahovic con apenas 16 años, Srecko Katanec…de hecho, varios de ellos ganaron el Mundial Juvenil de Chile en 1987, entrenados por Mirko Jozic.

Hay quienes aseguran (y me incluyo) que Yugoslavia hubiera destruido a cualquier equipo europeo en la Euro Suecia ‘92 (quedó descalificada por la guerra, en una decisión sin precedentes de la UEFA, ya que el equipo se había clasificado tranquilamente con todos esos jugadores y en su lugar fue Dinamarca, a la postre campeón). El equipo ya había hecho sudar a Alemania y Argentina en Italia ’90, jugando contra los pibes 60 minutos con uno menos, antes de ser eliminados en los penaltis. También apuesto que hubiera llegado lejos en USA 94. De todos modos, Croacia pudo afirmarlo en Francia 98 y Yugoslavia hizo sufrir bastante al mejor equipo del torneo, Holanda. Sin duda, una generación de oro.

Y la mayor y tal vez mejor parte de esa generación (a excepción de Boban, Boksic y Suker), jugó para este fantástico equipo.

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