La oratoria y los galones del Arsenal
Por Borja Pardo
El pasado sábado en la redacción de Marcador Internacional, los amigos Axel Torres, Toni Padilla, Raúl Fuentes y servidor manteníamos una animada charla sobre los “oradores” del Arsenal, entendiendo por oradores a esos jugadores que se caracterizan por hacer comentarios fuera de lugar con bastante frecuencia.
Es cuanto menos paradójico que siendo el manager del equipo gunner un hombre sensato, educado y correcto como es el francés Arsène Wenger, tenga entre su plantilla a varios jugadores como Nicklas Bentdner, Emmanuel Adebayor, William Gallas, Van Persie, o la nueva y rutilante incorporación Andrei Arshavin, capaces todos ellos de hacer subir el pan cada vez que abren la boca y desestabilizar un vestuario que ya ha sufrido bastante de por sí este año con la plaga de lesiones sufridas.
El danés Bentdner se marcó el lujazo y la chulería hace unas semanas de afirmar que no había visto ningún partido de la pasada Eurocopa y vino a afirmar sin ruborizarse que tenía calidad de sobras para jugar todos los partidos de titular en el Arsenal.
William Gallas, es un hombre de fuerte carácter y de lengua fácil, eso le ha costado que ande peleado con medio vestuario (especialmente con Van Persie) y que Arsène Wenger le quitara la capitanía el pasado sábado dándole el brazalete a Eduardo Da Silva que lo celebró con un auténtico golazo (me uno y firmó detrás de las palabras de Guillermo Uzquiano afirmando que probablemente es el mejor gol marcado en Europa en lo que va de campaña).
Por otro lado, son ya más que conocidos los egos y vanidades de gente como Adebayor y Van Persie, y para colmo ahora se ha unido el bueno de Arshavin que si bien es un crack, también es cierto que sube dos niveles el grado de “vedetismo” del vestuario gunner con excentricidades como traerse a Londres desde Rusia al peluquero.
A todo esto debemos unir el bajo nivel de los marfileños Kolo Touré (acusado de no cuidarse y tener sobrepeso) y Emmanuel Eboué (criticado por la hinchada del Emirates hasta que ayer finalizó con gol una bella jugada de combinación)
Con este panorama no es de extrañar que en su día Wenger le diera la capitanía a nuestro Cesc Fàbregas. El alsaciano se dio cuenta en su momento que en el vestuario del Arsenal hay tanta calidad como celos, vanidades y egos, y es por ello que confió el brazalete en la figura del genial centrocampista español que es igual de sólido y maduro en el campo como lo es fuera del terreno de juego. Wenger vio claramente que pese a la insultante juventud de Cesc es de largo quien tiene la cabeza mejor amueblada.
Nadie discute la calidad a los jugadores del Arsenal y encima existe una nueva generación de jóvenes valores como Carlitos Vela, Theo Walcott, Gibbs o Denilson que están ilusionando a la hinchada gunner.
Cuando el Arsenal se pone a jugar a fútbol, lo borda como pocos (Barça y ManU tal vez), buena prueba de ello fue la exhibición del pasado sábado ante el Burnley en FA Cup, al cual pasaron por encima y eso que jugaron al 60%.
Está claro que las lesiones (Rosicky, Eduardo, Adebayor, Walcott, Cesc, etc…) han marcado negativamente la campaña del Arsenal en la Premier, pero aún tiene opciones serias en FA Cup y Champions League (con permiso de la irregular Roma) y si Cesc vuelve pronto quien sabe si al final acabarán el año sonriendo en el Arsenal.
El peso de Cesc Fàbregas en este equipo es mucho y bueno, y bajo mi modesta opinión está claro que nunca un jugador se reivindicó tanto sin calzarse las botas, y es que estos meses en que el crack catalán ha estado lesionado se ha demostrado que quien realmente tiene y debe llevar los galones del equipo es él.
Wenger lo vio claro en su día, y ahora ya lo ve toda Europa.
Por Borja Pardo
El pasado sábado en la redacción de Marcador Internacional, los amigos Axel Torres, Toni Padilla, Raúl Fuentes y servidor manteníamos una animada charla sobre los “oradores” del Arsenal, entendiendo por oradores a esos jugadores que se caracterizan por hacer comentarios fuera de lugar con bastante frecuencia.
Es cuanto menos paradójico que siendo el manager del equipo gunner un hombre sensato, educado y correcto como es el francés Arsène Wenger, tenga entre su plantilla a varios jugadores como Nicklas Bentdner, Emmanuel Adebayor, William Gallas, Van Persie, o la nueva y rutilante incorporación Andrei Arshavin, capaces todos ellos de hacer subir el pan cada vez que abren la boca y desestabilizar un vestuario que ya ha sufrido bastante de por sí este año con la plaga de lesiones sufridas.
El danés Bentdner se marcó el lujazo y la chulería hace unas semanas de afirmar que no había visto ningún partido de la pasada Eurocopa y vino a afirmar sin ruborizarse que tenía calidad de sobras para jugar todos los partidos de titular en el Arsenal.
William Gallas, es un hombre de fuerte carácter y de lengua fácil, eso le ha costado que ande peleado con medio vestuario (especialmente con Van Persie) y que Arsène Wenger le quitara la capitanía el pasado sábado dándole el brazalete a Eduardo Da Silva que lo celebró con un auténtico golazo (me uno y firmó detrás de las palabras de Guillermo Uzquiano afirmando que probablemente es el mejor gol marcado en Europa en lo que va de campaña).
Por otro lado, son ya más que conocidos los egos y vanidades de gente como Adebayor y Van Persie, y para colmo ahora se ha unido el bueno de Arshavin que si bien es un crack, también es cierto que sube dos niveles el grado de “vedetismo” del vestuario gunner con excentricidades como traerse a Londres desde Rusia al peluquero.
A todo esto debemos unir el bajo nivel de los marfileños Kolo Touré (acusado de no cuidarse y tener sobrepeso) y Emmanuel Eboué (criticado por la hinchada del Emirates hasta que ayer finalizó con gol una bella jugada de combinación)
Con este panorama no es de extrañar que en su día Wenger le diera la capitanía a nuestro Cesc Fàbregas. El alsaciano se dio cuenta en su momento que en el vestuario del Arsenal hay tanta calidad como celos, vanidades y egos, y es por ello que confió el brazalete en la figura del genial centrocampista español que es igual de sólido y maduro en el campo como lo es fuera del terreno de juego. Wenger vio claramente que pese a la insultante juventud de Cesc es de largo quien tiene la cabeza mejor amueblada.
Nadie discute la calidad a los jugadores del Arsenal y encima existe una nueva generación de jóvenes valores como Carlitos Vela, Theo Walcott, Gibbs o Denilson que están ilusionando a la hinchada gunner.
Cuando el Arsenal se pone a jugar a fútbol, lo borda como pocos (Barça y ManU tal vez), buena prueba de ello fue la exhibición del pasado sábado ante el Burnley en FA Cup, al cual pasaron por encima y eso que jugaron al 60%.
Está claro que las lesiones (Rosicky, Eduardo, Adebayor, Walcott, Cesc, etc…) han marcado negativamente la campaña del Arsenal en la Premier, pero aún tiene opciones serias en FA Cup y Champions League (con permiso de la irregular Roma) y si Cesc vuelve pronto quien sabe si al final acabarán el año sonriendo en el Arsenal.
El peso de Cesc Fàbregas en este equipo es mucho y bueno, y bajo mi modesta opinión está claro que nunca un jugador se reivindicó tanto sin calzarse las botas, y es que estos meses en que el crack catalán ha estado lesionado se ha demostrado que quien realmente tiene y debe llevar los galones del equipo es él.
Wenger lo vio claro en su día, y ahora ya lo ve toda Europa.
1 comentario:
Muy buenas Borja. He descubierto tu blog a partir del grupo de Pelotas y es realmente bueno: muy trabajado y con muchos datos. Se nota que entiendes y que lo haces con pasión. Es la mejor combinación posible para un blog. La mayoría son corta y pega :( Quería proponerte un intercambio de enlaces. El mío se llama Cronómetro de Récords (cronometroderecords.blogspot.com). Pásate si quieres y dime qué te parece la idea.
Un saludo,
Toni
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