DERBI DELLA LANTERNA...(Y OTRAS REFLEXIONES)
Por cortesía de ELIO DE FALCO
(Experto en fútbol italiano y co-director de la sección de IL CATENACCIO en el programa radiofónico VIRUS FÚTBOL)
Es curioso como suele aparecer el número 3 en la historia del derbi de la “Lanterna”.
Tres, el número perfecto, tres como los derbis ganados por el Genoa de forma seguida, tres como los goles de los rossoblú por ninguno de los blucerchiati, tres como los jugadores que han marcado en el partido, tres como los años que lleva en la serie A el equipo de Gasperini, tres como los años que ha tardado en participar a las ligas de tres divisiones diferentes, C1, B y A, tras el escándalo de los maletines al presidente del Venecia, tres por tres da nueve como las ligas ganadas por el decano del Calcio por una de
Lo que da la dimensión de este derbi es la disparidad que se ha visto en el césped del estadio Marassi (Luigi Ferraris), con Cassano y Pazzini inocuos ante la gran presión de la defensa del Genoa, sólo un tiro desde lejos de “Talentino” y nada más.
Mientras el espectador asistía a un reparto de “amor y cariño” entre los veintidós que ocupaban el rectángulo de juego, con tres expulsados, anda mira que combinación, y una pelea entre jugadores tras un irrespetuoso gesto de Palladino a los aficionados blucerchiati después de marcar de penalti, el segundo a favor del Genoa, el gol que ponía un humillante 3-0 en el marcador. ¿Por qué humillante? Me vendría bien ahora una frase de Maradona sobre un partido contra el Milan: “ellos iban en Ferrari y nosotros con un ‘500”. Pues sí, los genoanos han demostrado tener algo más, ¿sólo algo?, en la condición atlética y
En las filas rossoblu Omar Milanetto dirige la orquesta reivindicando la base del equipo construida en la serie C, así como Rossi, mientras el argentino Rodrigo Palacio manda en confusión a la defensa contraria hasta salir por lesión. En efecto
¿Qué pasa entonces en
Mientras tanto la liga italiana sigue reservándonos puntos de interés como de despreciabilidad. Poco parece el interés por saber quien se alzará con el título, el Inter aumenta su ventaja sobre los perseguidores poniendo de manifiesto que su único rival es él mismo, sólo en caso de repentina bajada de tensión de los neroazzurri se podría hablar de liga de dos o de tres, dudo sin embargo que el Milan llegue a aguantar toda la temporada.
¡Ha resurgido el cazador! Klas Jan Huntelaar pone su sello en el Catania-Milan con dos goles de bella factura, especialmente el segundo, una vaselina que deja de piedra a Mariano Andujar, el Milan se aúpa a la plaza de honor a 7 puntos de su rival neroazzurro.
Aunque no quisiera tengo que pasar a lo despreciable, y éste responde al nombre de Matteo Trefoloni, quien literalmente ha atracado a mano armada un Napoli que se estaba llevando merecidamente 3 puntos del estadio Tardini de Parma.
Un dudoso penalti señalado a favor de los locales y uno mas evidente no pitado no rinden totalmente la vergüenza que ha sido el arbitraje; nos ponemos en situación, el Napoli va ganando 0-1 cuando sale a la contra, Marek Hamsik está a punto de marcar el que sería el segundo de los azzurri cuando el árbitro para el juego, Alessandro Lucarelli yace en el suelo quejándose de un dolor que inexplicablemente desaparece tras el sonido del pitido, vaya, parece que el pitar de un árbitro a tu favor es más eficaz que un masaje del equipo médico, me lo apuntaré por si algún día me toca jugar con árbitro, y el jugador del Parma se levanta como si no hubiese pasado nada, tan rastrero como satisfecho. Si a esto se añade que el señor Trefoloni está implicado en el proceso a “Calciopoli” y que dicho proceso lo lleva el Tribunal de Justicia de Nápoles entenderéis que el aficionado tenga más de una sospecha sobre este colegiado.
La próxima semana habrá otro derbi, el de Roma, ¿qué número recurrirá? Quizá el 10 de Totti o Zarate o el 9 de Rocchi o Vucinic.
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