lunes, 11 de julio de 2011

MEMORIAS DE UN 'STRIKER'


Rercuerdos de aquel verano de 1994


Verano de 1994. Estamos en un contexto complicado, con los ecos de un período de cambio latente, la resaca de la desintegración de la Unión Soviética, la guerra del Golfo en la memoria de muchos, el conflicto de los Balcanes en pleno apogeo y con los países del este haciendo una complicada transición hacía el capitalismo.

El presidente de la FIFA, el brasileño João Havelange había decidido dar una vuelta de tuerca más y llevar el mayor espectáculo deportivo del planeta a una país inhóspito en términos futbolísticos como era Estados Unidos. Allí se celebró el Mundial de 1994. Un reto sin precedentes, un Mundial que no dejó indiferente a nadie.

“Yo vendo un producto llamado fútbol” dijo Havelange en su momento. Y vaya si lo vendió.


El éxito de aquel Mundial fue rotundo. Récord de espectadores con más de tres millones y medio, superando por un millón al Mundial anterior disputado en Italia y un promedio de 68.604 personas por partido. Una brutalidad. Acudieron a Estados Unidos 1.400.000 turistas a presenciar la Copa del Mundo. Algo que se hizo posible tras ganarse la FIFA el respaldo de Coca-Cola y otras multinacionales de tronío que apostaron fuerte y se volcaron de pleno con el evento futbolístico por excelencia.

17 de junio de 1994. Estadio Soldier Field de Chicago, Alemania campeona mundial en Italia’90 debutaba ante la Bolivia del gran Javier Azkargorta. Klinsmann decidió. Arrancaba un Mundial de Fútbol. El último Mundial de 24 equipos y el primero en el que se introducían los tres cambios. Un Mundial que tenía la singularidad ya de inicio de celebrarse en Estados Unidos con lo que en términos de bizarrismo, espectáculo y mercadotecnia ello acarreaba. El Mundial de Striker.


Sin duda, a mis trece años era seguramente demasiado joven como para analizar minuciosamente los sistemas y tácticas, de hecho mi mayor preocupación era acabar la colección de latas que Coca-Cola sacó para el Mundial con las banderas de los países participantes.
Cuando estás a caballo entre la infancia y la adolescencia hay muchos detalles de los partidos que se te escapan, pero eres lo suficientemente despierto para saber que equipos juegan bien a fútbol y que jugadores son TOP, como diría Mourinho. [José por aquél entonces era asistente de Sir Bobby Robson en el Sporting de Lisboa, aunque se iría con el inglés al Porto tras el verano].

Los recuerdos de aquél Mundial son intensos, seguramente es el primer Mundial en el cual vi todos los partidos, debo decir que la televisión nueva que acababa de comprar mi padre ex profeso ayudó bastante a disfrutar de tal digno evento.

Recuerdo los goles de Salenko a la Camerún de Milla, en una Rusia donde sus principales baluartes militaban en la liga española. La conexión helvética “made in Bundesliga” integrada por Sforza-Sutter-Chapuisat. El gol de Houhgton a Pagliuca en aquél histórico Eire 1-0 Italia disputado en Nueva York bajo la mirada atenta de miles de emigrantes italianos e irlandeses que radicaban en Manhattan, New Jersey y Brooklyn.

Como olvidar a los yanks con Meola, Lalas, Balboa, Tab Ramos, Cobi Jones y Wynalda los cuales consiguieron acceder a los octavos dejando fuera del torneo a una Colombia, que meses antes había endosado un histórico 0-5 a la Argentina de Basile, una Argentina que fue sacudida en pleno Mundial por el positivo de D10S.

Recuerdo la agonía de una tarde de fin de semana de la Italia de Sacchi ante una Nigeria que ya avisaba de lo que ocurriría dos años más tarde en los JJOO de Atlanta.

Mítico el gol de Owairan a Bélgica. Letal el dribbling de Baggio a Zubizarreta y conmovedoras las lágrimas de impotencia de Luis Enrique. Loco y exquisito aquél Brasil 3-2 Holanda de cuartos de final. Estratosférica la exhibición de Roberto Baggio ante los búlgaros en semifinales.

Al final todo concluyó en una final en el Rose Bowl de Pasadena donde imperó el miedo entre italianos y brasileños. Fue la lotería de los penaltis la que hizo posible que Dunga levantara el cuarto cetro mundial para Brasil mientras Havelange sonreía. Le sobraban los motivos para ello. Fue un Mundial fantástico, con buenísimas selecciones y espectaculares actuaciones personales.

Este artículo quiere hacer hincapié  en tres de esas selecciones que maravillaron al mundo; Suecia, Bulgaria y Rumania.

Tres grandiosas selecciones, tres excepcionales generaciones de futbolistas, tres equipos que enamoraron a mucha gente de mi generación y que aún a día de hoy se recuerda.

Bulgaria y Suecia alcanzarían las semifinales con un fútbol rápido y con una generación de muy buenos jugadores, mientras que Rumania quedó apeada de las semis, precisamente por los suecos, encabezados por Kenneth Andersson y Thomas Brolin en un agónico partido que acabó venciendo Suecia 5-4 en los penalties (con un gran Thomas Ravelli) tras llegar 2-2 al final de un legendario partido.




RUMANIA




Aquella Rumania era un equipo que jugaba de cine, siendo el “Maradona de los Cárpatos”, el gran Gica Hagi, el buque insignia del cuadro rumano que ofreció un fútbol alegre y descarado a la par que competitivo durante todo el torneo (que le pregunten a Colombia que llegó a USA como principal amenaza para las grandes y regresó a Bogotá tras la primera fase).

Buena prueba de ello es que en octavos de final, en una exhibición de Gica Hagi & Co apearon a la gran Argentina (que se perfilaba como favorita tras la fase de grupos, pero que se acababa de quedar sin Maradona por su famoso positivo).

RESUMEN DEL RUMANIA 3-2 ARGENTINA (1/8 final USA’94)


En aquella selección además de Hagi, llamaban la atención Belodedici (Estrella Roja, Valencia), Popescu (Tottenham, Barça, Galatasaray), Dumitrescu (Sevilla, Tottenham), y sin lugar a dudas su mejor referente ofensivo, el genial y a veces apático Florin Valeriu Raducioiu.


A Raducioiu mucha gente lo recuerda por su paso por el Espanyol donde dejó buenas actuaciones y aún hoy en día es añorado por una afición blanquiazul que lo idolatró. Pero Florin nunca fue un hombre de club, y buena prueba de ello es que seguramente sea el único jugador del mundo que ha militado en las cinco mejores ligas del mundo Italia, España, Inglaterra, Alemania y Francia (marcando goles en todas ellas)

Raducioiu venía de coronarse como el máximo artillero de los grupos de clasificación europeos para el Mundial de Estados Unidos de 1994, por delante de Roberto Baggio, Bergkamp, Shearer, o los franceses Papin y Cantona (que fueron apeados del mundial por la Bulgaria de Hristo Stoichkov y sus secuaces Balakov, Letchkov y Kostadinov) y en Estados Unidos se destapó como un delantero rápido, con instinto, y letal en el juego de contragolpe que tan bien interpretaba aquella Rumanía dirigida con maestría y sentido común por Anghel Iordanescu desde el banquillo y por Gica Hagi en el césped.

EQUIPO TIPO: Prunea; Petrescu, Prodan, Belodedici, Selymes; Popescu, Lupescu, Munteanu, Hagi; Dumitrescu, Raducioiu.




BULGARIA



La selección búlgara llegó a Estados Unidos como una de las comparsas del torneo a priori. Es cierto que venían de haber logrado la machada de derrotar a Francia en el Parque de los Príncipes aquél 17 de noviembre de 1993 merced a un doblete histórico del delantero Emil Kostadinov (CSKA Sofía, Porto, Deportivo, Bayern Munich) que a la postre supondría el 1-2 que daba el billete a Bulgaria a su sexto mundial a costa de una Francia de Gerard Houllier que sería reemplazado por Aimé Jaquet a la par que supondría el fin de los Papin, Cantona y Ginola en los “bleus” para dejar paso al reinado de Zidane, Henry, Desaelly, etc…

Aquella selección no podía contar con una de sus estrellas como era el delantero del Valencia Lubo Penev que se trataba de un cáncer de testículos, sin embargo la calidad de aquel conjunto era innegable.

Los búlgaros dejaron desde el inicio la imagen de un equipo anárquico en las concentraciones, donde era común ver a futbolistas fumando y/o bebiendo y estar acompañados de sus novias y/o mujeres. La Dolce Vita. Sin tensiones, ni preocupaciones.

Dicho ambiente para nada hacía presagiar que aquellos “canallas entrañables” alcanzarían las semifinales de un Mundial dejando en la cuneta a México en los octavos de final (tras una agónica tanda de penaltis) y a la campeona vigente por entonces –Alemania- en cuartos de final, en el que ha sido designado el partido más memorable de la historia de la selección búlgara. (2-1 goles de Hristo Stoichkov de sublime libre directo y de Letchkov de espectacular cabezazo).

RESUMEN DEL BULGARIA 2-1 ALEMANIA (1/4 final USA’94) 




Si analizamos aquel equipo por líneas nos encontramos con Borislav Mihaylov en puerta, un portero que defendió en 102 ocasiones la meta búlgara y que se hizo famoso por avergonzarse de su calvicie y por sus acciones increíbles (ya fueran para bien o para mal). Es padre de Nikolay Mihaylov (joven y prometedor portero del Twente holandés).

En defensa “el lobo búlgaro” Trifon Ivanov (Betis) era el líder y el cacique de la zaga acompañado de un central alto y seguro como Houbchev (Hamburgo). Tenían a dos laterales cumplidores pero sin adornos como eran Tzvetzanov (Levski) y Kiriakov (jugó en el Depor 1991-1993 y un año después en el Mérida).

En la medular Yankov hacía de coche escoba y Balakov, Letchkov y Sirakov ponían la magia y el juego. Un tridente formidable que cuando estaban inspirados eran capaces de bailar a cualquiera, incluso a la campeona del mundo.

En punta Emil Kostadinov y el mito Hristo Stoichkov ponían velocidad, clase, lucha, y goles a un equipo que se ganó el cariño de mucha gente.

EQUIPO TIPO: Mihaylov(c); Kiriakov, Hubchev, Ivanov, Tzvetanov; Yankov, Letchkov, Balakov, Sirakov; Kostadinov, Stoichkov.


SUECIA



Suecia llegó a Estados Unidos con un equipo sólido y cohesionado toda vez que la columna vertebral del conjunto escandinavo ya había competido a gran nivel en la Eurocopa de 1992 que acogieron en su país.
En dicha competición (última Euro en la que participaron ocho equipos) cayeron en semifinales 2-3 ante Alemania, tras pasar primeros del grupo A (por delante de Dinamarca –a la postre campeona-, Francia e Inglaterra)
De hecho de los 20 convocados para la Euro’92, el 90% repitieron convocatoria para USA’94. Se les unieron dos jóvenes valores que empezaban a causar sensación en el panorama futbolístico europeo como eran Jesper Blomqvist (IFK Goteborg) y el “leopardo” de origen caboverdiano Henrik Larsson cuyas rastas y goles causaban sensación en el Feyenoord holandés. Los jóvenes defensores Lucic y Kamark también fueron novedad.
Suecia pasó a octavos de final tras un inicio dubitativo ante Camerún (2-2), una sólida victoria ante Rusia (3-1) y un meritorio empate ante Brasil (1-1). Kennet Andersson y Martin Dahlin conformaban una dupla letal que sumada a la magia de Thomas Brolin y Jonas Thern y una buena defensa les convertía en un equipo peligroso y compacto.
En octavos de deshicieron sin excesivos problemas de Arabía Saudí por 3-1 y en cuartos eliminaron a Rumania en un partido loco que se decidió en los penaltis [aquél Rumania vs Suecia fue seguramente el partido más espectacular de todo el Mundial junto con el Brasil 3-2 Holanda].

RESUMEN DEL SUECIA vs RUMANIA (1/4 final USA’ 94) 




Una vez en semifinales acusaron la presión y no pudieron con una Brasil mucho más habituada a estas instancias superiores. Plantaron cara los escandinavos pero Romario anotó el 1-0 en el min. 80. Un gol que valía un billete para una final del Mundial.
En el partido por el 3º y 4º puesto los suecos golearon 4-0 a los búlgaros que estaban aún de resaca por el éxito cosechado llegando a las semifinales del torneo y de ese modo acabaron el Mundial de USA’ 94 en un meritoria tercera plaza que es recordada con gran orgullo en el país escandinavo.

EQUIPO TIPO: Ravelli; Nilsson, P. Andersson, Bjorklund, Ljung; Schwarz, Ingesson, Thern (c), Brolin; K. Andersson, Dahlin.



VIOLENCIA Y AGRESIONES.
En la copa mundial Estados Unidos 94, no todo fue espectáculo y buen fútbol, hubo diversos incidentes lamentables que no se pueden pasar por alto por la gravedad de los mismos.
Todo el mundo recuerda el asesinato del central colombiano Andrés Escobar, cuyo único pecado fue anotar un gol en propia meta en el encuentro que los “cafeteros” perdieron por 2-1 ante USA. La muerte de Escobar simboliza hasta que extremos puede llegar la locura e histeria colectiva en lo que al fin y al cabo no deja de ser un deporte.
Hubo dos agresiones bien recordadas en dicho Mundial.
La primera fue el brutal codazo que el brasileño Leonardo (hoy entrenador del Inter) propinó al norteamericano Tab Ramos en el encuentro de octavos de final. 7.000$ y cuatro partidos fue su sanción.


La segunda y de infausto recuerdo para todos nosotros fue el codazo alevoso y desleal que el milanista Mauro Tassotti regaló a Luis Enrique en aquellos tristes cuartos de final ante Italia. El colegiado magyar Sandor Puhl no quiso ver nada y el balance fue Italia a semifinales, España para casa, el tabique del gijonés destrozado y ocho partidos de sanción impuestos por la FIFA para el cobarde Tassotti.
Además se produjeron otros incidentes.
Al portero camerunés Joseph Antoni Bell le quemaron su casa por su mal papel en el torneo (años más tardes pasaría lo mismo con Wome al fallar un trascendental penalti ante Egipto que los dejaba sin Mundial).
Lamentable fue también el incidente acaecido en Verviers, Bélgica, donde un grupo de radicales belgas de extrema derecha atacaron a varios marroquíes con piedras, palos, vidrios y petardos. Un joven marroquí murió como consecuencia de un disparo.
En Loughinisland (Rep. Irlanda), cerca de Belfast, 25 personas de religión católica fueron atacadas por un grupo que pertenecía a la Fuerza de Voluntarios de Ulster, los cuales mataron a seis personas a balazos. Su pecado no era otro que estar viendo un partido de Eire.




XI IDEAL DEL TORNEO



2 comentarios:

Manuel dijo...

A mi entender, tal vez el mundial con mayor numero de estrellas y grandes jugadores que he vivido. Practicamente todos los equipos tenian grandes jugadores.

Sobre el tema de la violencia, creo que te ha faltado por poner uno de los hechos mas tristes que rodean al futbol, el asesinato de Andres Escobar tras marcarse un gol en propia puerta que supuso la eliminacion de Colombia.

Gran post, ese fue el primer mundial que segui, el mundial que me aficiono al futbol. Desde ese verano mi pasion por el futbol se vio acrecentada y, tambien como tu, debido a la edad de por aquel entonces (camino de los 13) solo me fijaba en que 11 tios de cada equipo pretendia meter el balon en la porteria contraria.

Saludos

Pepe Cadena dijo...

Completamente de acuerdo con el once ideal de el mundial.Nací en 1989 asi que mis recuerdos de este mundial son un poco retrogrados , pero en varios videos y documentales de USA 94 he visto que La Rumanía comandada por Hagi era un equipo espectacular, también leí que la selección Colombia era la favorita en ese momento de la mano de la mejore generación de futbolistas colombianos de la historia